La tasa de rebote ("bounce rate" en inglés), es una métrica SEO importante para la analítica web. Representa el porcentaje de visitantes que entran a tu web y se van sin interactuar con la página o navegar a otras secciones de la web.
Es decir, que un "rebote" sucede cuando la sesión del usuario se limita a ver una única página.
Una tasa de rebote elevada puede ser indicativa de varios problemas, como por ejemplo:
Las tasas de rebote pueden variar mucho según el tipo de página y el sector, por lo que este dato hay que verlo siempre en contexto.
Por ejemplo, por regla general una tasa de rebote entre el 50% y el 70% se considerada alta, pero en algún nicho una tasa entre el 40% y el 50% puede ser un buen porcentaje.
Por eso es importante interpretar estos datos en el contexto de tu web y de tu nicho, y entender que una tasa alta no siempre es negativa.
Esto puede suceder en páginas de contacto o con información muy específica, en las que sería normal normal que el visitante se vaya inmediatamente después de encontrar lo que buscaba en ellas.
Como entiendo que es un concepto un poco confuso, aquí tienes dos ejemplos más que ilustran cómo el contexto puede influir en la percepción de lo que se considera una tasa de rebote aceptable:
Si tienes un blog con artículos extensos y detallados que proporcionan al visitante toda la información que necesita sobre un tema, en esa misma página, es probable que ya no necesite ver otras páginas de tu web.
En este caso, una tasa de rebote del 70% o incluso superior puede no ser preocupante, ya que refleja que los usuarios están consumiendo el contenido tal como lo planeaste.
Las páginas de aterrizaje están diseñadas con un objetivo muy concreto, como suscribirse a tu newsletter o descargar un lead magnet.
En estos casos, si la página cumple efectivamente su propósito y los usuarios realizan la acción deseada sin navegar a otras páginas, una tasa de rebote elevada del 70% u 80% puede ser una señal de éxito, no de fracaso.
Así que recuerda, la tasa de rebote no es un indicador aislado de la calidad del sitio web o del contenido.
Debes analizarla junto a otras métricas como el tiempo en la página, la tasa de conversión y el comportamiento del usuario para obtener una comprensión más precisa del rendimiento y la eficacia de tus páginas web.
Si necesitas reducir tu tasa de rebote, puedes comenzar por aquí: